El 3 de junio se celebró el Mercadillo de cooperativas escolares en el marco del programa educativo “Aprendiendo a emprender”, organizado y desarrollado por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte, el Departamento de Economía, Planificación y Empleo y Fundación Ibercaja. Fue un hermoso reencuentro, tres años después de aquel 2019 previo a la pandemia y una de las grandes novedades fue su ubicación en la Plaza de los Sitios, de Zaragoza. En él participaron 2.300 alumnas y alumnos de 48 centros educativos aragoneses: 44 de Educación Infantil y Primaria y 4 de Educación Especial. Ellas y ellos fueron los auténticos protagonistas, verdaderos promotores de las 101 cooperativas, expresión del proceso educativo que han interpretado las comunidades educativas participantes.

El mercadillo llegó a su decimosegunda edición, si bien esta tuvo un carácter especial por un doble motivo: volvíamos a estar juntos después de la pandemia y por otra parte se celebraba en un entorno de gran belleza como es la céntrica plaza zaragozana.

Esta acción educativa permite al alumnado participante experimentar cómo tratamos de acercar el currículo a la demanda de la sociedad. Además busca formar una ciudadanía competente, favorecer el desarrollo emocional del alumnado y la apertura a sus entornos. Contribuye específicamente al desarrollo de la competencia Sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor y de manera transversal a las competencias lingüística, matemática, artística y cívica y social. Por último, el programa promueve conductas y actitudes de colaboración, coordinación, iniciativa, superación de conflictos y asunción de responsabilidades.

Un mercadillo muy esperado

La jornada transcurrió entre las 9.00 y las 13.00 horas. Mientras las cooperativas llegaban a la Plaza de los Sitios e instalaban los puestos de venta previamente asignados por la organización, se celebró un encuentro de representantes escolares de las cooperativas en un espacio habilitado a tal efecto en las proximidad del monumento a los Sitios de Zaragoza. Allí Toni Martínez, Director General de Innovación y Formación Profesional del Departamento de Educación, Mayte Santos, jefa de Desarrollo profesional de Fundación Ibercaja, y Elena Guinda, directora gerente del INAEM se dirigieron a las chicas y chicos presentes con palabras de apoyo y felicitación. Al mismo tiempo, hicieron entrega de los diplomas a los centros ganadores de los concursos de logotipos, folletos, videoclips y producto sostenible, acto en el que también participó Andrea Lorda, del Departamento de Marketing y Estrategia Digital de Ibercaja

A lo largo de la mañana el alumnado puso a la venta los productos elaborados en cada comunidad a través de sus marcas propias. Entre ellos mencionamos imanes con flores, jabones, marcapáginas con flores disecadas, pulseras, lápices de Harry Potter, llaveros bola, catapultas, clips de marcapáginas, arcoiris para las puertas, gorros, portafotos, móviles, velas, llaveros diademas o pasadores.

Un programa vinculado al currículo

Una de las características que definen este programa es la posibilidad que tiene cada centro de ajustar la propuesta metodológica a su propia realidad y contexto. Comunidades educativas con perfil marcadamente rural, otras asentadas en entornos urbanos o centros de educación especial asumen la idea que define el proyecto en un adecuado ejercicio de su autonomía educativa.

La experiencia de estos doce años de vida del programa confirma que sirve como instrumento eficaz en la evaluación por competencias. Es también un vehículo para atender adecuadamente la diversidad desde un punto de vista inclusivo, apoyándonos en el aprendizaje cooperativo como forma de afrontar nuevos caminos educativos.

Tal y como declaró Toni Martínez, Director General de Innovación y Formación Profesional a “Heraldo de Aragón”, una dimensión educativa de especial importancia es que el profesorado “ha sido capaz de introducir el proyecto dentro del currículo” y que el alumnado haya «montado una cooperativa, designado los cargos y trabajado en la parte creativa, comercial o de papeleo. Llevan todo el año trabajando para presentarnos todo esto. Son chavales emprendedores y buenos comerciales»

Por su parte, Mayte Santos, jefa de Desarrollo profesional de Fundación Ibercaja, declaró al mismo diario: “»Es el final de un proceso en el que han trabajado todo el curso de manera curricular cómo se hace una cooperativa, cómo se hace un logotipo, un folleto y un estudio de mercado y han elaborado finalmente los productos sostenibles».

Por último, Elena Guinda, directora gerente del INAEM expresó: “Es un proyecto que pasa por abrir una cuenta bancaria, a crear una marca,  logotipo, pensar en la responsabilidad social de su empresa. Además, es en un ámbito cooperativo, donde tiene que haber decisiones conjuntas».

El futuro, nuestro compañero

Con toda certeza, el mercadillo de cooperativas fue una celebración que quedará en la memoria y el corazón de todas las personas participantes: alumnado, profesorado y familias. De la comunidad “Aprendiendo a emprender” en definitiva, que, año tras año, contribuye con su esfuerzo, compromiso y generosidad al crecimiento de nuestro alumnado.