El curso 17/18 supone un cambio importante para el CRIE de Calamocha. Con un equipo prácticamente renovado, han intentado dar un nuevo enfoque al buen trabajo que se viene realizando desde hace décadas en estos centros rurales de innovación educativa.

Apoyándose en el concepto de “Art Thinking” y la conferencia de María Casado en el congreso de Innovación, decidieron asumir como propios sus cuatro conceptos clave.

Pretenden dotar de cierta continuidad y conexión a las tres programaciones trimestrales que se trabajan a lo largo del curso, siempre utilizando el arte y el pensamiento artístico como eje vertebrador y catalizador de sus actividades.

Este curso las temáticas serán el deporte, la magia y la imagen, aún siendo disciplinas totalmente independientes han pretendido dotarlas de cierta conexión y como tal las hemos titulado: Activarte, Ilusionarte e Imaginarte respectivamente.

Parten de la idea de fomentar el pensamiento divergente frente al pensamiento lógico de la escuela tradicional, de tal forma que los alumnos aprendan a tener una visión mucho más crítica frente al mundo que les rodea. Por otra parte creen que las pedagogías deben ser lo más atractivas posibles, para ello trabajan las competencias emocionales con actividades que generen sorpresa, expectativas y extrañamiento en sus alumnos.

El arte y las producciones artísticas tradicionalmente han sido colocadas en un segundo plano dentro del sistema educativo. Su idea es trabajar mucho más el lenguaje visual y las producciones artísticas de tal manera que pasen de transmisores de conocimientos a productores artísticos no tanto con el fin de generar producciones artísticas sino trabajando el pensamiento artístico que se genera al plantearlas.

Otro de los puntos fundamentales del “art Thinking” es el trabajo de manera colaborativa. Muchas de sus actividades giran en torno a esta metodología, el futuro al que se enfrentaran los alumnos será cada vez más complejo y exigirá estrategias para trabajar esa complejidad.

Cada uno de los proyectos que tienen para cada trimestre tiene un producto artístico final, producto que no realiza un solo grupo sino que es la suma de todos los que se realizan en cada una de las semanas de convivencia. Aunque los alumnos no se conocen y quizás nunca se encuentren, la impronta que cada uno de ellos deja en este producto artístico final genera experiencias emocionales y socializadoras que estrechan lazos tanto con sus compañeros de convivencia como con otros alumnos que ni siquiera conocen pero que son parte igual de importante de este programa educativo que supone el CRIE de Calamocha.