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Aunque el objetivo del programa PIVA no ha cambiado, sino que continúa siendo el mismo que  desde su creación, el impulsar la vida activa... PIVA, un año de cambios

Aunque el objetivo del programa PIVA no ha cambiado, sino que continúa siendo el mismo que  desde su creación, el impulsar la vida activa y la salud integral de toda la comunidad educativa, en el presente curso 2022-2023, el programa PIVA ha comenzado con grandes cambios.

 

En primer lugar, es indispensable agradecer la figura de Dioni Gómez, coordinador del Programa desde su creación, por su trabajo de estos años y por la huella que ha dejado en el programa.

 

Por otra parte, el programa llega con dos cambios importantes en cuanto a su organización: tipología de los centros educativos a los que va dirigido el programa y modalidades de participación

 

Centros a los que va dirigido el programa PIVA

Según marca la convocatoria, durante este curso el programa se lleva a cabo sólo en aquellos centros que se imparta Educación Primaria y en los centros de Educación Especial. Se excluyen, por lo tanto, los centros de Educación Secundaria, que tenían la posibilidad de participar desde el curso 2020-2021.

 

Modalidades de participación

Ésta es una de las grandes novedades que el PIVA ha traído este año. El programa PIVA se estructura en dos tipos de actuaciones: las “Acciones simbólicas”, que son acciones que impregnan un estilo activo y saludable a través de la participación, y las “Dimensiones”, que son los trabajos de los contenidos que llegan al aula, a través de una metodología ABP.

Hasta ahora, había tres modalidades de participación:

  • Modalidad A: en esta modalidad se incluían todos aquellos centros en los que la línea de trabajo se centraba en la realización de las acciones simbólicas programadas a lo largo del curso.
  • Modalidad B: aquí se incorporaban todos los centros que, además de realizar las acciones simbólicas, llevaban al aula los proyectos de trabajo.
  • Modalidad C: que incluye a los centros que tienen la función y la responsabilidad de crear esos proyectos.

 

Este curso solo existe una modalidad de participación, que consiste en poner en práctica al menos un proyecto del repositorio de proyectos existente en el banco de proyectos de PIVA. Además, el programa propone la realización de diferentes acciones simbólicas saludables a lo largo del curso.

¿Dónde estamos?

Pues es un año difícil para los centros debido, fundamentalmente, a todo el trabajo burocrático que conlleva la llegada de una nueva ley educativa. Por otra parte, también hay que tener en cuenta las características propias de cada centro. Está claro que no es lo mismo un centro urbano de 2, 3 o 4 vías que uno de una sola vía o centros incompletos, CRAs, aulas unitarias, centros de Educación Especial, etc.

 

Respecto al trabajo de las acciones simbólicas, se ha dado flexibilidad para que cada centro organice su propia planificación de cuándo llevarlas a cabo, sin llevar a rajatabla la temporalización de otros años, ya que hay muchos centros que no las tratan como algo puntual, sino que las realizan a lo largo de todo el curso. También es cierto que hay acciones que tienen una fecha específica, como el 8M, en la que trabajamos la acción “En busca de la mujer invisible”.

 

Un ejemplo de esta acción es el trabajo del CEIP Tenerías, que con el título de “Hacer visible lo invisible”, dieron una vuelta al trabajo relativo a esta acción. A partir de situaciones cotidianas de cada día, se invita al alumnado a reflexionar, visibilizar, reconocer y darle un lugar en nuestras vidas a esas tareas, generalmente realizadas por las mujeres, relativas a los cuidados, la carga mental y al peso de las tareas diarias.

Y en cuanto al trabajo de los proyectos, son muchos los centros que están en proceso de reflexión y adaptación de los proyectos a sus propias realidades para llevarlos al aula en el tercer trimestre, ya que, como se ha comentado anteriormente, la carga de trabajo derivada de la nueva ley ha sido importante.

Los proyectos están agrupados en seis dimensiones diferentes:

  1. Determinantes sociales de salud.
  2. Salud integral y valores humanos.
  3. Hábitos de vida saludable.
  4. Educación socioemocional.
  5. Actividad física.
  6. Nutrición y alimentación saludable.

 

Por un lado, la mayoría de los centros van a llevar al aula los proyectos ya diseñados de años anteriores (creados por los centros que pertenecían a la modalidad C), aunque hay centros que han optado por crear nuevos proyectos, para luego compartirlos con el resto de la red de centros PIVA.

Y, ¿esto qué supone? Pues, esto implica que el programa vaya creciendo año a año a través del trabajo y compromiso del profesorado de los centros, siendo cada vez más potente y ampliando, de esta forma, las posibilidades que cada vez más centros educativos puedan llevarlo a la práctica.

 

Innovación Educativa

El mapa de la Innovación es un recorrido por los colegios de Aragón: un completo proyecto colaborativo que permite a cada centro contar sus experiencias en primera persona.