Cruzando Fronteras es un programa de inmersión lingüística y cultural para alumnado de 4º de ESO- Seconde. Se realiza entre centros escolares de Aragón y centros franceses de las Academias de Burdeos y de Toulouse. El alumnado asiste a las clases siguiendo su calendario escolar de la región de acogida y cursando aquellas materias lo más similares posible a las que cursaría en su centro de origen. La residencia durante el intercambio se realiza en una familia de acogida en régimen de reciprocidad.

Los alumnos aragoneses ya han realizado la estancia en las dos regiones francesas y ahora se inicia la segunda parte del programa, la estancia de los alumnos franceses en centros escolares de Aragón. Durante este curso escolar están participando un total de 33 centros escolares (7 de la provincia de Huesca, 6 de Teruel y 20 de Zaragoza)

39 alumnos franceses se han incorporado durante estas semanas a centros aragoneses para realizar una estancia de 12 semanas. El 16 de abril se incorporarán los 26 alumnos que realizarán una estancia de 6 semanas. Todos ellos participantes del programa Cruzando Fronteras

El IES Jerónimo Zurita lleva 5 años participando en el programa con unos resultados muy buenos. Allí hablamos con María Rodríguez, coordinadora del Programa en el centro, y con Cecilia, Lucía, Aimée y Jade.

Cecilia y Lucía, alumnas del IES pasaron 12 semanas en otoño en La región de Toulouse. Vivían en Florence (en casa de Aimée y Jade) y acudían todas juntas al Lycee en Lectoure. Nos cuentan que la experiencia ha sido muy positiva, que fueron muy bien acogidas, lo pasaron muy bien y que su nivel de francés aumentó exponencialmente. Eso sí, lo mejor fue conocer mucha gente y venirse con la agenda cargada de nuevos amigos.

Aimée y Jade llegaron a Zaragoza el 5 de marzo y estarán hasta finales de mayo. Llevan poco tiempo, pero las primeras impresiones han sido muy positivas. Les llama la atención los horarios españoles (muy distintos a los franceses) y el hecho de vivir todos los compañeros del IES muy cera, lo que les permite el poder quedar por la tarde sin tener que recorrer grandes distancias.

Ellas, aunque ya habían estado en intercambios de una semana de duración en España, querían vivir la experiencia más prolongada en el tiempo y así conocer más a fondo este país y sus gentes. Llevan dos semanas y su nivel de español ya es muy bueno. En mayo, cuando vuelvan, hablarán español sin problemas.