«Es impresionante que la pintura de un aragonés haya inspirado a tantos artistas. En especial a los cineastas españoles y europeos de la modernidad», aseguran los estudiantes de 4º de ESO (el curso pasado) del IES Montes Negros de Grañen, en la provincia de Huesca. Hace unas semanas, volvieron a reunirse virtualmente para ver ‘online’ a sus profesores, Alberto y Susana, presentar el proyecto sobre Goya en el que participaron hace unos meses, coincidiendo además con el 275º aniversario del nacimiento del genial artista aragonés.

El proyecto «Goya precursor de los hermanos Lumière: la etapa negra» fue elegido para su presentación en el III Congreso de Innovación Educativa de Aragón junto a las experiencias de otros 15 centros educativos aragoneses. «Nos sentimos orgullosos y emocionados al vernos aprendiendo sobre la figura de Francisco de Goya: cómo lo que él hizo en sus pinturas, en su periodo histórico tan convulso, supuso una fuerte influencia en los futuros campos del arte, la literatura y el cine«, cuentan los jóvenes.

Los profesores Esther Aquilué, Lurdes Gracia, Leticia Lafontana, Susana Paúles y Alberto Olivar les introdujeron en su concepción de la vida y les trasmitieron los matices de su obra a través de un proyecto que se trabajó a lo largo del curso en distintas asignaturas. De este modo, Lurdes Gracia ubicó a Goya en su contexto social e histórico, la Ilustración, cuando los intelectuales españoles deseaban que España tuviese una Constitución y se desesperaron por el modo de importarla de los franceses bonapartistas.

Trabajo desde distintas asignaturas

Esther Aquilué les enseñó a pensar sobre la interpretación de los sueños a través de su propia experiencia. «Pintamos nuestros propios sueños y sus pesadillas, conformando cuadros pasionales y luminosos a partir de escenas de nuestros sueños, y oscuros y tétricos desde nuestras pesadillas. Imitamos el espíritu. Comprendimos que sus pinturas evolucionaron y el intimismo pesimista le inundó el espíritu», recuerdan los estudiantes.

Leticia Lafontana, por su parte, se sumergió en el subconsciente para explicar a los más jóvenes las obsesiones del genial artista. Algo que supieron al ver algunas de las obras de Goya, sobre todo las de su etapa negra, como «Saturno» o «El coloso», mitos históricos que deformaba de un modo personal y vanguardista.

En la clase de Lengua Castellana y Literatura, Susana Paúles les enseñó a describir y a contar anécdotas viendo cuadros, a valorar cuadros realistas y expresionistas, a explicar la metáfora visual con sus palabras. Así de la técnica del cuento, pasaron con el «Duelo a garrotazos» a redactar monólogos que les sirvieron para comparar con las adaptaciones al cine de las siguientes clases de Alberto.

Influencia de Goya en el cine

«La influencia de Goya en todos los campos del arte es innegable, como hemos visto, y en una de las artes, quizá la más reciente, el cine, tiene un impacto hipnótico», indica el alumnado. El docente Alberto Olivar les condujo por un viaje entre los grandes cineastas y la influencia que obtuvieron de Goya, y cómo plasman sus propuestas en lo cinematográfico.

De este modo, afirman: «la temática, la ambientación, el punto de vista de la cámara, los colores e incluso los pensamientos más profundos que tenía el genio de Fuendetodos, se ven a través de los ojos de cineastas como Buñuel, Saura, Kubrick, Einsestein y muchos otros«.

Lo más interesante del proyecto fue, para estos jóvenes, «trabajar todos juntos en el aula». Los profesores también asistían a estas sesiones aprendiendo de otros y explicando sus especialidades. «Fueron clases creativas y prácticas en las que los alumnos también enseñaban, trasformando sus hobbies personales en creaciones de precine o en la animación digital de cuadros», recuerdan los docentes.

Dar movimiento a los cuadros de Goya

Guiados en el aula de plástica y educación audiovisual, los estudiantes participantes en el proyecto dieron vida a alguno de los cuadros de Goya, especialmente los de su etapa negra. Animar las pinturas supuso un trabajo «extraordinariamente creativo» al tener que construir un praxinoscopio. En las paredes de su tambor pintaron las pinturas negras. También dibujaron varias “tiras animadas”, que consisten en dibujar uno de los cuadros en diferentes posiciones, de tal forma que al girar el praxinoscopio, se observa la pintura en movimiento («Saturno devorando a su hijo»).

Uno de los alumnos, Pol Ojeda animó mediante una rocostopía la pintura “Dos viejos comiendo sopa”. Un trabajo que explicó al resto de alumnos y a los profesores que han participado en este «maravilloso proyecto». «Aprender así fue dinámico y divertido. Ahora ver arte y a Goya en especial será un placer», concluyen estudiantes y docentes.

FUENTE: EL PERIODICO DE ARAGÓN