El IES “El Picarral” de Zaragoza ha comenzado su andadura este curso, con un Proyecto Educativo basado en la Inclusión, la participación de la Comunidad Educativa y el uso de herramientas y metodologías innovadoras: nos cuenta Juan Pedro Serrano, director del IES El Picarral.

Crear un centro educativo representa, por encima de las dificultades lógicas, una oportunidad que no puede desaprovechase. La mayor peculiaridad del proyecto reside en la posibilidad de poner en marcha desde el inicio un Proyecto integral que agrupa todas las innovaciones señaladas, y en la que participa, ya desde el principio, TODA LA COMUNIDAD EDUCATIVA.

Un proyecto educativo debe abarcar todos los aspectos de la vida del centro: los curriculares, la innovación pedagógica, las actuaciones en favor de la convivencia, e incluso la adecuación de las instalaciones y la dotación y organización de las aulas y espacios comunes deben integrarse en ese proyecto.

Nuestro plan de actuación es integral, además, porque pretendemos alcanzar con alumnos y alumnas objetivos que van más allá de los meramente académicos. Pretendemos una educación integral, que consiga formar en valores, potenciar el trabajo entre iguales y la colaboración. Pretendemos conseguir un centro donde todos aprendemos juntos.

Por ello, son tres los objetivos fundamentales:

• Que alumnas y alumnos trabajen de manera diferente (a través de metodologías activas), profundizando en su competencia digital y en su autonomía. Para ello optamos por utilizar materiales ya elaborados en diversas plataformas educativas gratuitas y porque alumnos/as y profesores elaboren sus propios materiales. La herramienta básica será el ordenador o los dispositivos móviles, el software libre y la conexión a internet, y no el libro de texto.
• Que esas herramientas nos permitan avanzar en el empleo de metodologías más participativas y activas: el trabajo por proyectos y la puesta en marcha en próximos cursos de nuestros grupos interactivos, y la profundización en las lenguas extranjeras (francés e inglés).
• Desarrollar el Trabajo colaborativo en una doble vertiente: entre el alumnado a la hora de desarrollar su tarea en el aula y fuera de ella, y entre el profesorado, profundizando en el trabajo en equipo y la cooperación. Esto se traducirá en el empleo de nuevos procedimientos de evaluación, que valoren realmente aspectos como la colaboración, el progreso personal y la mejora continua, dentro de un proceso evaluador colectivo, centrado más en aspectos cualitativos que cuantitativos, y consensuado por el equipo educativo.