Siete colegios oscenses y uno zaragozano celebraron el viernes 26 de mayo una nueva edición del mercado de cooperativas escolares en el marco del programa “Aprendiendo a emprender con Ibercaja”. El mercado se instaló por segundo año consecutivo en la capital altoaragonesa, en el exterior del Centro Ibercaja Huesca (Plaza Condes de Guara),

La celebración de este encuentro es el momento y el espacio en el que las comunidades educativas del CEIP Miguel Servet de Fraga, CEIP La Laguna de Sariñena, Escuelas Pías de Jaca, CEIP Sáncho Ramírez de Huesca, CEIP Santiago Apóstol de Grañén, CEIP Santos Samper de Almudévar, CRA Alto Ara de Broto y CEIP Ferrer y Racaj de Ejea de los Caballeros, comparten el punto y seguido de un proceso que se inició en septiembre.

Tratamos de acercar el currículo a la demanda de la sociedad, formar ciudadanos competentes, favorecer el desarrollo emocional del alumnado y la apertura a sus entornos y contribuir al desarrollo de las competencias lingüística, matemática, artística y cívica y social. Al mismo tiempo, el programa promueve conductas y actitudes de colaboración, coordinación, iniciativa, superación de conflictos y asunción de responsabilidades.

El proyecto vive un momento especial con la celebración del mercado de cooperativas en que se ponen a la venta de los productos elaborados por cada una de ellas.

En el mercado se comercializaron los artículos que el alumnado elaboró, presentando sus marcas propias en régimen de cooperativas. En total, 19 cooperativas de la provincia de Huesca y una de Ejea de los Caballeros.

Los niños vendieron las mercancías elaboradas en cada comunidad a través de sus marcas propias, entre las que destacan colgantes, imanes de nevera, pulseras, chapas, llaveros, abanicos, cuadernos, cajas de sorpresas, letras en relieve, productos reciclados, velas, fundas de móviles.

Una de las características que definen este programa es la posibilidad que tiene cada centro de ajustar la propuesta metodológica a su propia realidad y contexto. Comunidades educativas con perfil marcadamente rural, otras asentadas en entornos urbanos, centros públicos, privados y concertados asumen la idea que define el proyecto en un adecuado ejercicio de su autonomía educativa.

Por otra parte, en el mercado se pudo comprobar que cada comunidad aportaba productos que nacen, crecen y conforman el territorio de origen, sobre todo los que proceden del ámbito rural.

La experiencia de estos siete años de vida del programa “Aprendiendo a emprender” nos permite confirmar que sirve como instrumento eficaz en la evaluación por competencias y también un vehículo para atender adecuadamente la diversidad desde un punto de vista inclusivo, apoyándonos en el aprendizaje cooperativo como forma de afrontar nuevos caminos educativos.