‘Tiempo de cuidar, tiempo de crear’. Este es el lema del colegioLa Salle Montemolín, de Zaragoza para este curso 2024-25. Un mensaje que hace unos días hicieron suyo los 16 alumnos de Pasadena (Estados Unidos) que visitaron el colegio en un intercambio escolar que se ha convertido en una de las actividades más aplaudidas dentro de la comunidad educativa.

Y lo hicieron suyo porque, entre las decenas de actividades programadas para estos días, lectivas, culturales y sociales, los alumnos americanos y sus tutores participaron, durante dos intensas tardes, en Adubir, un proyecto que forma parte de la obra de La Salle y donde se ofrece apoyo socioeducativo a niños, niñas y adolescentes de entre 6 y 16 años, así como a sus familias.

Tiempo de cuidar a los demás y también tiempo de crear, ya que, durante estos días, entre los estudiantes americanos y los alumnos y familias del colegio La Salle Montemolín que participan en el intercambio, se han creado estrechos vínculos que se reforzarán en el mes de abril, cuando los aragoneses se desplacen hasta Pasadena para completar el intercambio.

En esta estancia, además de las labores de voluntariado, los jóvenes americanos han conocido el día a día del colegio y han tomado parte en un gran número de propuestas, gracias a la participación de todo el claustro, que se ha volcado con los chicos y han organizado numerosas actividades lectivas para ellos.

Alumnado americano, en en una clase celebrada en la biblioteca del colegio.

Una ciudad milenaria

También han tenido tiempo de conocer la ciudad, gracias a una intensa agenda que les ha servido para descubrir algunos de los rincones más curiosos de la capital del Ebro. «Gracias a Gozarte han participado en dos visitas en inglés en las que han conocido una ciudad milenaria, algo que les sorprende mucho, sobre todo porque ellos, tal y como comentaba un alumno en la visita, vienen de una ciudad, Pasadena, donde el edificio más antiguo es una gasolinera de 1906», explica Igor Redón.

Por otra parte, junto con las familias de acogida, los alumnos han tenido tiempo de visitar otros rincones de la geografía aragonesa, entre los que no han faltado las cumbres del Pirineo y algunos pueblos, donde han conocido otras formas y modos de vida.

Una semana antes de que llegaran los alumnos de acogida, hizo lo propio el director del colegio de Pasadena que participa en este intercambio, Perry Martin, acompañado de la coordinadora de intercambios americana. Perry pudo conocer de primera mano el funcionamiento del centro zaragozano y disfrutar de su café solidario, que justo se celebraba la semana que él estuvo aquí.

«Una de las cosas que más le llamó la atención fue nuestro sentido de comunidad y cercanía entre los diferentes miembros de la comunidad educativa, profesores, alumnos, familia y religiosos de la Salle», explica Redón, quien recuerda que también visitaron las instalaciones de San Asensio en La Rioja.

Un intercambio que no dura una semana sino que se mantiene en el tiempo, ya que las familias establecen lazos de amistad que perduran hasta el punto de que algunos americanos han venido aquí a pasar sus vacaciones veraniegas.

Fuente: Heraldo de Aragón